19 de junio 11:46 pm
A veces
me pregunto…
¿Cuál sería
la reacción de los de mí alrededor si supieran como es verdaderamente este
mundo?
Chicas
delgadas, queriendo ser más delgadas porque no concebimos la idea de lucir
gordas.
Princesas
ayudándonos entre sí dándonos ánimo.
Felicitándonos
por nuestras pérdidas aun cuando sabemos
que puede ser peligroso,
Y
muchas cosas más de las que las personas
“normales” rápido dirían “están locas”…
¿Estamos
realmente locas? Pero, en ese caso, quien nos arrastró a esa locura?
A los
demás se les hace fácil criticar, demandar, opinar, aconsejar, diciéndonos palabras
que ellos creen que deberíamos escuchar, pero que en realidad no importan…
A los demás
se les hace fácil decir “come”, “no pienses así”, “estás loca”, “déjate de esas
cosas”, pero, no se ponen a ver más allá con un “en que te puedo ayudar”, “ayúdame
a saber cómo ayudarte”… de novela ¿cierto?
Aunque
estos últimos dos comentarios serían los más coherentes que una persona pudiera
decirnos con respecto de Ana y mía, la realidad es que, no diríamos como
ayudarnos, ni aceptaríamos la ayuda, porque simple y sencillamente no sabemos
cómo!...
Quisiera
poder decirles a las personas que se preocupan por mi “no es gran cosa, ya se
me pasará”, pero desgraciadamente no es así…
A decir
verdad no recuerdo la primera vez que me miré al espejo y deteste lo que veía, la
primera vez que me sentí totalmente inferior a otras chicas por el hecho de
considerarme fea, la primera vez que pensé en bajar de peso, no recuerdo la
primera vez que hice una dieta, y tampoco puedo recordar la primera vez que
tiré comida para ahorrarme calorías…
Esto
definitivamente lleva tiempo, es una decadencia gradual, imperceptible al inicio,
pero con el tiempo empeora y, a esas personas que se toman el tiempo de
preocuparse por nosotros, o les damos por su lado o los ignoramos totalmente
con tal de que nos dejen en paz…
Es Ana
y mía un estilo de vida envidiable? La verdad es que no… el hecho de vernos
delgadas no quiere decir que en realidad lo consideremos hermosamente estético…
El
interior se vuelve un suplicio, aunque el exterior sea de porcelana…
Llegamos
a hacer cosas que jamás nos hubiéramos imaginado…
Puedes llegarte a sentir la persona más miserable de este mundo y, esto es por nuestros
cuadros depresivos, curiosamente causado por la FALTA de alguna sustancia en el
cerebro que nos proporciona los alimentos…
blah blah... Cómico contraste no?
El
punto es que… no supimos el día que pisamos estos terrenos, no supimos que iba
a ser de nosotras el día que empezamos a reclamarle al espejo…
No
sabemos ni si quiera cuando comenzó esta obsesión…
No se
necesita rigurosamente ser una persona con problemas familiares, con problemas
con los amigos o vivir en un entorno donde se ejerza una presión por la imagen…
porque en lo personal, puedo decir que mi familia “es unida” yo soy la
apartada, tengo buenos amigos, no salgo más que con ellos, y me siento "a gusto" con ellos…
Pero… Aquí
estoy…
Sumergida
en esta profunda obsesión, en este laberinto, en esta droga…
Tampoco
puedo decir que todo el tiempo es depresión y tristeza masiva, La verdad es que
no, Se siente un estúpido orgullo por ser cada vez más delgada que antes y, que
la gente lo noté, es un plus! Se siente súper bien cuando logras llegar a las
tallas más chicas, cuando el vestido que más te gusta te hace lucir muy linda,
se siente muy bien poder manipular las situaciones con tal de salirte con la
tuya y sobre todo “poder mantenerte en control…”
Pero…
¿Qué pasa
cuando suceden esos lindos momentos con nuestros seres queridos...
Esos
momentos “agradables” que podrían quedarse en nuestra memoria de por vida?...
La
verdad es que no se disfrutan en su totalidad… Invade la angustia por lo que te
harán comer o por lo que comiste… posterior a eso, es inevitable tener una
mirada perdida y no poder pensar en otra cosa más que en las calorías que
ingeriste y en lo que deberás hacer para contrarrestar todo ello…
Es increíble
como el “encanto” de un día agradable desaparece al llegar la noche o antes de conciliar
el sueño y ponerte a pensar…
¿Cuándo
fue el día en que caí en esto?
Pero no
puedes hacer nada, esto es tu presente, lo ames o lo odies, aquí esta…
Yo,
Rain, tengo 18 años ocupando un lugar en este espacio, de los cuales, los últimos
tres me he enfrentado a una lucha diaria contra lo que soy y lo que quiero ser…
He llegado a saltarme comidas, a tirarla, a estar de mal humor todo el tiempo o
a irritarme de la nada, he llegado a devorarme cosas sumamente caloricas con el objetivo de
vomitarlos, me he llegado a odiar en gran manera, me he llegado a insultar como
ninguna persona lo ha hecho antes, a estar triste “porque si”, a cerrarme, a no querer salir, a no querer vivir, pero a lo
más que he llegado es a hacerme pequeños cortes es mi brazo en los momentos
donde no aguanto mi tormento…
Y a pesar de estar en este mundo considero trágico
que mas y mas chicas estén pasando por esto y en grados peores… por eso es que
me desesperan las Wannas…
“¿Cómo le
hago para dejar de comer?” "Como le hago para ser ana o mia?"
“¿Cómo le
hago, como le hago?!” “Denme tips, denme
tips!! Tips! Tips!!” >____<
Ana y mía
no son tips! y siento un gran respeto por ellas por el mal que pueden llegar a
causar, sin embargo, dentro de todas estas contradicciones es una excelente adicción…
Y como
diría Cielo Latini:
“-Ese
es mi modo operativo, así soy: ABSURDA. Me entiendo en mi desorden y en mi
incoherencia” –Abzurdah.