viernes, 23 de noviembre de 2012

No debí... Bones.

Winter Eoin.

 Toda princesa muere por un principe, ¿no? 
Yo moría, literalmente, por él. 

Cuando empecé con mis desordenes era bastante chica, no lo sé, secundaria promedio, no lo recuerdo, pero no supé lo que hacía hasta que leí Abzurdah de Cielo Latini. De no ser por él no lo habría leído jamas.

  Lo conocí en el bachillerato, solo que se dio de baja muy rápido, seguimos en contacto, siempre, msn, celular, luego facebook. Recuerdo que el primer día de clases encontré a una amiga de secundaria en mi salón, wooow era bonito, él estaba justo dos lugares atrás de ella, y le dije: 'Quiero hablarle, pero hoy no es el día'. No le hablé, pero supé su nombre... Sr J. No tardamos mucho en hablarle, una de mis actuales amigas le habló antes que yo y luego yo empecé la relación con ella y otro compañero al que le gustaba yo se nos unió, eramos un desorden,, pero siempre lo supé... él era para mi. Era una bella amistad. Risas, risas, risas. Él era tan pero tan misterioso, me encantaba pensar en lo que podría pensar él.. No se lo dije a nadie, nadie sabía que me gustaba, nadie. Fuimos buenos amigos y nada más. Un día soñé que nos besábamos, jajaja, me hicieron carrilla mucho tiempo. Pero no, me negaba a aceptarlo, no me gustaba, no podía gustarme. Era tan diferente a todos, tan callado, serio y dibertido, era tan raro y guapo. Para mí era guapo. 

A principios de 2010 dejo la escuela y por lo tanto nos veíamos cada vez menos, aun teníamos cosas en común y yo era una bebé para TODO, era tan dulce y no vivida, jajajaja era como LA INOSCENCIA ANDANDO. Lo que tengo de cabrona (por así decirlo) lo obtuve mientras no lo veía, pero el contacto jamas se perdió. De repente todas las noches hablabamos porque descubrí que podía entrar a msn desde mi cel, y bueno había ciertas cosas en las que J era un experto y a mi me mataba la curiosidad por hacerlas. DROGAS. Sí, la verdad es que creo que no son tan dañinas como lo pintan, no soy la más conocedora ni la que más consume, de hecho no consumo mucho, pero la mayaría de las personas que me rodean sí, y no me dan miedo. El punto es que cuando enferme de lo mismo que él cuando dejo la escuela tuve delirios por la temperatura y tenía ciertas viciones que me gustaban y al mismo tiempo me asustaban, moría por un hongo alucinogéno, Agosto es el mes perfecto, pero jamas se me ha hecho.

J atrapó mi atención con sus platicas sobre las cosas que veía y hacía cuando estaba en un grado de alteración de la mente por algún ácido u hongo, lo que fuera, tal vez marihuana. J es un buen músico, y eso era otra cosa que nos unía, no es que yo lo sea, sino que me gusta mucho y más lo que él hace. 

En 2011 entré a un diplomado de fotográfia y el hombre desaparecio por un buen rato, no supé casi nada de él en unos meses, y bueno en septiembre tuve una exposición y no fue pero me prometío que me lo iba a compensar. Justo ahí fue donde comenzamos, no sé cómo fue, pero ya estábamos juntos y nada podía separarnos. Fue tan extraño, tan lento y lindo, tan de la nada, ni él ni yo lo esperamos, pero era todo el tiempo él y yo, nada ni nadie más. Nos queríamos e íbamos muy en serio. Ambos teníamos un gran miedo a las relaciones serias, creo que ese es el por qué nunca formalizamos nada, no le dijimos a nadie, solo eramos él y yo ¿novios? si así quieren llamarlo está bien. Erámos inseparables. 

Me estaba volviendo loca, a pesar de todo eso yo solo pesaba en qué pasaba, no era mi novio novio como tal, ¿pero qué era entonces? Era una reación hermosa, pero no teníamos una definición, nadie lo sabía y eso me agotaba, ¿por qué no decirlo? Una de las tantas noches de diciembre en que nos robábamos el sueño uno del otro para conversar hasta amanecer se lo dijé: ¿Qué somos? Y bueno me hzo feliz feliz feliz, fue ese el día en que decidimos decirle al mundo que estaríamos juntos, y tuvimos diferentes reacciones, pero no importaba nada de lo que los otros pensaran, solo él y yo, solo nosotros importabamos.

 Él se encargo un día de Noviembre a distancia de que mi primera vez que fumanba marihuana fuera una experiencia agradable, no lo fue, porque estaba un poco ebria, pero en enero lo repetí y fue en su departamento, era prácticamente la primera vez que lo hacía, porque por lo general la primera vez no pega, bueno al menos a mi no porque ni siquiera sabía fumar porque odiaba el tabaco. Ese día me perdí en él. Creo que fue cuando me prestó el libro, pero así como lo metí en la mochila lo saqué y lo deje en mi mueblecito al lado de mi cama. 

Tuvimos una temporada en la que no nos veíamos mucho, él era fiestero y algo adicto  y yo era una niña buena que no salía y no se drogaba, él había salido de una etapa bastante depresiva y yo estaba entrnado a una. No sé cómo lo logró, pero se dio cuenta, varias veces me insinuaba que yo era anoréxica pero claro se lo negué. Insistía en que no había nada de malo y que podía contarle, pero no. YO NO ERA ANORÉXICA. Un día me conto que cuando lo conocí estaba saliendo de eso, era un principe entre princesas y todo lo que entraba con calorías a su cuerpo era un té verde al día, eso era todo, eso y agua. Lo apoyé y lo cuidé, según yo, no me preocupé jamas en que yo me estubiera transtornando de alguna manera. Pensaba que solo tenía una extraña manera al comer o no comer. Salíamos y nunca terminaba, me invitaba a su casa a comer  y no terminaba, y en vez de comer bebía cerveza y fumaba marihuana. 

Un día decidí que iba a leer Abzurdah de una buena vez. WOOOOOOOOOOOW. Era totalmente increíble. 

Y esto es solo el principio... Winter... Te extraño Winter.